Hola. Esta entrada es un diálogo abierto con mis alumnos que planteo también abierto al resto de mis lectores.
Muchas personas, con frecuencia y sin límite de edad superior o inferior, aunque no nos damos cuenta de ello, necesitamos reflejar nuestros pensamientos y vivencias de manera escrita. Me refiero a crear un diario. Los motivos pueden ser muchos: alegría, abundancia de sucesos en tu vida, insatisfacción, tristeza por algo que te ha ocurrido, recopilación de datos, etc. En algunos casos son una ayuda para ordenar nuestras ideas, para descargar nuestras responsabilidades (cual "El retrato de Dorian Gray", de Oscar Wilde) o para mejorar nuestro estado emocional en el momento en que se toma la decisión de volcar sobre unas páginas, negro sobre blanco, lo que te pasa por la cabeza.
Tras meditar en ello, he pensado en vuestros cuadernos de clase y me he decidido escribir estas líneas, acertadas o no. Para mí vuestro cuaderno es una herramienta de trabajo que los profesores, desde primaria a secundaria necesitamos y debemos comprobar, revisar, puntuar y corregir (algo que no ocurre en bachillerato, de lo que me lamento, aunque yo reviso, corrijo, superviso y aconsejo en una dirección u otra su uso y mejora). No todos los profesores piensan igual ni en algunos casos algo parecido, por ejemplo en bachillerato; en varias ocasiones, conversando sobre esto con compañeros han compartido sus argumentos al respecto, algunos totalmente acertados sobre todo en lo que se refiere a la responsabilidad del alumno y su autonomía personal, pero en algunos casos hay alumnos que aún no han alcanzado una suficiente autonomía en el estudio y el cuaderno debe ser de ayuda en esa dirección, y eso ocurre tanto en bachillerato como en el resto de niveles, aunque con menor frecuencia).
Ya lo he comentado con algunos alumnos este curso y con muchos alumnos en cursos anteriores. Mi opinión es que vuestro cuaderno de trabajo de clase no es sólo el lugar donde copiar los ejercicios que se corrigen en la pizarra, en el mejor de los casos, o que resuelve el profesor en clase, porque "esos están bien seguro y pueden entrar en el examen". Vuestro cuaderno de trabajo en el aula es el lugar donde se reflejan vuestras opiniones sobre lo que se está haciendo, las impresiones que os da lo que en ese momento se realiza en el aula, sobre la actividad, sea cual sea. Allí debería ir reflejado todo lo anterior que os he destacado, sino también los comentarios que el profesor destaca en clase (muchos de nosotros damos como pistas en el aula día a día, sobre lo que es más importante de lo tratado, las dificultades que sabemos que pueden encontrarse cuando resuelven problemas y que destacamos, los contenidos que tienen especial dificultad y que repetimos varias veces porque sabemos que algunos aún andan pensando en el apartado anterior, etc).
Es por esto que os he contado y por lo que os voy a referir a continuación que el cuaderno de trabajo de clase se convierte en un diario de clase, además de en un cuaderno interactivo, en mayor o menor grado, en función del alumno que lo trabaje.
Lo que os quería comentar a continuación es lo que observé en el cuaderno de clase de una alumna del curso pasado a la que descubrí que hacía anotaciones con post-it.
Al revisar su cuaderno comprobé que a medida que iba avanzando en la explicación, añadía post-it de diversos colores con preguntas que ella se planteaba (no eran dudas, esas hay que levantar la mano rápido y preguntarle al profesor ), preguntas sobre la explicación que le permitían profundizar más en lo explicado. Al hacer eso, su cuaderno de clase se convertía en un cuaderno interactivo de clase, es decir, no sólo copiaba en clase, ya estaba estudiando antes de llegar a casa y sin repasar. Eso demostraba no sólo que prestaba mucha atención sino que además iba interiorizando simultáneamente los contenidos en su aprendizaje.
Casualmente lo comenté en casa, cómo me sorprendió gratamente. La verdad, pensaréis que "de poco se sorprende vuesa merced" como dirían en "El Quijote", pero después de ver cómo se devaluaba la calidad de los cuadernos de clase año tras año, eso fue una brisa de aire fresco. Más me ha alegrado ver que mi hija, sin decírmelo, recogió lo comentado y empezó a hacerlo ella también, entendiendo como yo, que como herramienta en el planteamiento del estudio es un gran aporte.
Después de estas líneas quizás no haya sido capaz de explicarme adecuadamente, será lo más probable, pero puede que a alguien que las lea, les sirvan para meditar si le sería útil un cuaderno así.