Bueno, llamar "rarezas" a las cosas que caracterizan al planeta Júpiter es tanto como decir que, a fecha de hoy, la raza humana acaba de nacer al conocimiento del Universo que nos rodea.
No me canso de leer noticias sobre astronomía. El motivo es que por cada descubrimiento que se comunica al común de los mortales (que somos todos), me hace sentir que hacemos una cura de humildad y reconocemos que nos queda mucho por aprender. El problema es que nos queda mucho por aprender de todo los que nos rodea en nuestro planeta: aprender a librar de hambre al mundo (perdón, el mundo no tiene hambre, pero nuestros congéneres de África y otros paises menos afortunados que nosotros sí), aprender como solucionar nuestros conflictos sin llegar a la violencia entre nosotros (no digamos ya entre naciones, donde sufren más los que menos culpa tienen de nada), etc...
Será que tengo mal el día, pues no recuerdo sentarme al blog con tan mal ánimo y tan poca esperanza de que las cosas que nos pasan en esta bola de barro y rocas se puedan arreglar alguna vez para bien de todos.
Acabo con el enlace al artículo que me ha traido hasta aquí. Es, como muchos de los que os dejo, de Cienca@Nasa. Se titula ¿Hay un extraño líquido en el interior de Júpiter?