Llevo bastante tiempo buscando un e-reader que me guste (y sobre todo sea barato), pero sin dejar de lado las prestaciones que más me interesan (anotaciones, sobre todo a mano alzada, por eso debe ser táctil).
El uso de un libro electrónico no significa que el disfrute de la lectura de un libro tradicional sea menor, por esa razón debemos ser muy rigurosos con las necesidades que de verdad va a cubrir ese dispositivo y sus propias necesidades.
Al hilo de este tema que os he planteado antes os traigo aquí un vídeo que he localizado gracias a la Red del Profesorado de Málaga. No deja de ser muy ocurrente y veraz (dejando a un lado la ilusión de la tecnología).